DIETAS DETOXIFICANTES POSTNAVIDEÑAS

Tras las Navidades comienzan los nuevos propósitos a cumplir en el nuevo año. Entre ellos, surge con frecuencia el de cuidar la alimentación y conseguir un peso deseable (sujeto, en muchos casos, a un prototipo subjetivo e influenciado por los medios de comunicación) En consecuencia, son multitud las empresas  que lanzan al mercado nuevos productos milagro que permiten disminuir los kilos de más en poco tiempo así como múltiples dietas que nos ayudan a “detoxificarnos y depurarnos de los excesos navideños»

http://tr.im/4r6dw

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Sin embargo, múltiples dudas no resueltas asaltan y persiguen a este tipo de dietas depurativas y eliminadoras de toxinas que hacen que la ciencia no las vea con buenos ojos. Entre ellas cabe destacar la falta de definición del término toxina. Realmente hablan de ellas y de la necesidad de su eliminación para que el organismo mejore su funcionalidad pero, ¿qué son las toxinas? ¿qué sustancias son englobadas dentro de este término? Y, sobre todo, ¿está demostrada la necesidad de un método alternativo para poder eliminarlas porque nuestro organismo sea incapaz de hacerlo? También se desconoce de qué manera podrían cuantificarse así como su forma de diagnóstico y tratamiento.

Partiendo del vacío de evidencia científica en este aspecto es curioso cómo año tras año este tipo de dietas siguen siendo tan populares entre la población.¿ Qué sucede entonces? ¿Por qué nos resultan tan atractivas este tipo de dietas cuyo éxito no está respaldado por la comunidad científica? Principalmente por la amplia difusión que tienen en los medios. Podemos encontrar cientos de ejemplos diferentes en cualquier buscador de internet e incluso en prensa escrita y anuncios de televisión. Esta popularidad sumada a la necesidad de encontrar una actitud compensatoria a nuestros excesos navideños y la falta de educación nutricional hacen que se caiga una y otra vez en el error de recurrir a ellas.

¿Realmente cómo debemos hacer frente a estos excesos navideños? Principalmente deberemos centrarnos en llevar unos hábitos alimentarios saludables fundamentados en una dieta equilibrada, variada y que cubra nuestras necesidades en macro y micronutrientes. Algunos consejos que nos ayudarán a obtenerla:

Aumenta el consumo de frutas y verduras. El consumo recomendado de frutas asciende a 3 raciones al día y el de hortalizas a 2 al día lo que supone una cantidad de 300g de hortalizas y 360g de fruta diariamente. Es fácil conseguir llegar a esta recomendación si incluímos un plato de ensalada en nuestras comidas y un plato de verduras en nuestra cena al igual que consumiendo 3 piezas de fruta (en el caso de ser de menor tamaño una ración corresponde a 2 piezas como en el caso de los kiwis y una taza en el caso de ser de pequeño tamaño como las fresas)

Sustituye los cereales refinados por los integrales. Múltiples estudios han demostrado los beneficios de la incorporación de cereales integrales: a nivel cardiovascular, gastrointestinal y en el control del peso corporal. Así como en la prevención de enfermedades como: cáncer y diabetes tipo II

Evita los alimentos muy salados. Se considera un alimento salado cuando en su composición por cada 100g de alimento nos aporta 500 mg de sodio. Ejemplos de alimentos muy salados son: alimentos precocinados, encurtidos, conservas o snacks salados como las patatas fritas.

Cuidar el aporte excesivo de dulces. La recomendación de azúcar se centra en no superar un 10-18% de las calorías totales teniendo en cuenta una dieta de 2000 kcal. Esto correspondería a cantidades entre 50 y 100 g de azúcar al día. Las golosinas, bollería, refrescos azucarados o cereales azucarados de desayuno son alimentos que, por su composición, presentan un alto porcentaje de azúcares lo que puede dificultar el mantenernos dentro de las recomendaciones.

Aumenta el consumo de pescados frente al de carnes. Mientras el pescado es un alimento rico en proteínas como las carnes, su perfil lipídico es mucho mejor aportándonos ácidos w3 imprescindibles en nuestra salud cardiovascular. Además nos aporta fósforo, yodo, potasio, sodio, calcio, magnesio y vitaminas del grupo B(B1,B2,B3 y B12) La frecuencia de consumo del mismo se encuentra entre 125-150 g (sin desperdicio) de entre 3 y 4 días por semana.

Mantén un estado óptimo de hidratación. Utiliza como bebida de consumo habitual el agua ya que ayuda a hidratarte sin aportar calorías extra a tu organismo. Relega el alcohol y las bebidas azucaradas a consumos puntuales.

Fuentes

– Dietas detox: http://bmb.oxfordjournals.org/content/101/1/33.long

-Aesan: Guía de alimentación saludable http://www.aesan.msc.es/AESAN/docs/docs/come_seguro_y_saludable/guia_alimentacion2.pdf

-Beneficios de los cereales integrales: http://www.dietistasnutricionistas.es/beneficios-de-los-cereales-integrales/

 

 

 

 

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Acerca de Naira Fernández

Soy Diplomada en Nutrición Humana y Dietética y Licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (UCM) con Máster en Dirección y Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente (Universidad de Murcia). Creo que transmitiendo un correcto mensaje en nutrición a la población se pueden prevenir multitud de enfermedades hecho que me llevó a crear mi propio blog (una pizca de vida) y a estudiar el Máster en Profesorado de Educación Secundaria, Bachillerato y FP (UNIR) para formarme como educadora. Actualmente me puede encontrar en www.centronutricionpalma.com